LA MASONERIA, ORGANIZACIÓN DEL ANTICRISTO-DAJJAL, NIEGA A DIOS Y ADORA A SATANAS

Fuerzas Ocultas – Película sobre la masonería en Francia 1943

Fuerzas ocultas (Forces occultes. Subtitulo – Les mystères de la Franc-maçonnerie dévoilés pour la première fois à l’écran) Subtítulo – Los misterios de la Masonería (Franc-masonería) revelados por primera vez a la pantalla) es una película francesa antimasónica estrenada por primera vez el 10 de marzo de 1943 en París, aunque hay autores que afirman que fue estrenada el 9 de enero. Fue dirigida por el periodista, y cineasta francés Jean Mamy, aunque se le conoció más popularmente por su seudónimo Paul Riche, y siendo guionista de la misma el escritor Jean Marquès-Rivière.

Es la última película de este autor y por su tamaño se considera medio-metrage o corto. Con una duración de unos 55-60 minutos aproximadamente nos muestra el cariz antimasónico del mismo, propio del espíritu reinante en una pequeña parte de la sociedad francesa durante el periodo conocido como Le Régime de Vichy o la Francia de Vichy.

La película contiene una denuncia contra la Francmasonería, el parlamentarismo y la comunidad judía, llegando a relacionarlos con una conspiración judeomasónica para acabar con el estado francés. Actualmente la película no se encuentra en español, pero si existe una versión subtitulada al italiano.

En el film se da vida a un joven diputado, el cual un día decide entrar en la Masonería con la idea de, entre otras cosas, mejorar socialmente tanto en su vida privada como en el mundo de la política. Durante el transcurso de la misma el joven se va dando cuenta que en el interior de la Logia sus hermanos se dedican a conspirar junto a los judíos en el deseo de enfrentar a Francia con Alemania.

MUCHAS PERSONAS DEVOTAS LE PRESTAN SERVICIO A LA MASONERIA POR SER INCONSCIENTES DE LOS VERDADEROS OBJETIVOS DE ESTA

La masonería es una organización internacional de carácter secreto. Apunta, de manera artera, a sembrar la confrontación entre los creyentes y llevarlos al ateísmo y a que se peleen sangrientamente entre ellos, de modo de establecer una sociedad donde reine la discordia y el odio. Cree que eso lo logrará difundiendo la filosofía darwinista de norte a sur, de este a oeste. Y los masones reciben esas órdenes terribles del mismísimo Satanás, al que llaman Lucifer:

“Lucifer es el equivalente de Satanás y los CULTOS LUCIFERINOS SON TAN RECONOCIDASMENTE ANTICRISTIANOS, QUE NINGUNA FORMA DE CRISTIANDAD PODRIA CONSIDERARLOS DE OTRA MANERA QUE NO SEA DE ADORACION A LAS TINIEBLAS Y A LO PERNICIOSO”¹.

La masonería fue organizada como una reacción a la creencia cristiana y por extensión pasó a oponerse a las demás fe que alaban a Dios como Uno y Unico. Pero los masones evitan presentarse abiertamente así. Por el contrario, se enmascaran en la religión para lograr sus objetivos. Aunque combaten todas las religiones divinas, usan ese disfraz de una manera bastante efectiva.

W. L. Wilmhurst resumió la realidad que encontraría el cristiano, novicio en una logia masónica:

“… se le dice que la discusión religiosa, de por sí sectaria, está prohibida en la logia. De ello inferirá que la masonería no es una institución religiosa… Por ende, los masones que se dicen “cristianos” están desobedeciendo las órdenes de Jesús”².

Efectivamente, muchos cristianos devotos son inconcientes de que la estructura masónica –cubierta con el disfraz del creyente– se trata de la mayor amenaza para la cristiandad. La masonería, usando dicho perfil con malas intenciones, difunde sus puntos de vista heréticos e influencia sobre muchos piadosos ingenuos. Este adoctrinamiento masónico es el que hace que algunos evangelistas crean que la reaparición de Hazrat Mahdi (P) llegará con conflictos y altercados sangrientos y que, asimismo, tengan una visión distorsionada del Islam. Pero, por el contrario, Hazrat Mahdi (P) traerá la paz y la seguridad al mundo actual, aunque haya quienes crean que va a aniquilar a un tercio de la población mundial.

Resulta particularmente significativo lo que dice el ex Gran Maestro (masónico) en su libro “La Masonería, el Culto Invisible Entre Nosotros”:

“Si ustedes quieren adorar a Dios, vayan a la Iglesia. Nosotros adoramos aquí al Supremo Arquitecto del Universo”³.

Como ya hemos dejado en claro en artículos anteriores, “el gran arquitecto del universo” adorado por los masones es la representación de Lucifer es decir, SATANAS. Por lo tanto, resulta muy evidente lo antes mencionado: es imposible que un cristiano devoto forme parte de una estructura herética que involucra la adoración de Satanás. En un ambiente así sólo se desea lo que gusta al Maldito y las acciones que se desarrollan son reflejo de la ferocidad, la hipocresía y la sedición propias de él. En semejante ámbito jamás se verá que prosperen la virtud moral, la paz, la seguridad, la amistad y la fraternidad, sino que se oirá hablar únicamente de matanzas, guerras y odios: se trata de las cosas que los masones, bajo la máscara de la piedad, imponen en distintos grupos evangélicos y musulmanes. A eso se debe que éstos crean que la “salvación” será la resultante de conflictos sangrientos y no de la seguridad, la unidad y la fraternidad entre los creyentes, como lo exige la ley de Dios. Es decir, distintos cristianos y musulmanes son engañados por las enseñanzas perversas de los círculos masónicos.

La estrategia de los promotores del mal es de gran envergadura, pues sus objetivos son:

a) Apartar a la gente de la creencia en Dios;

b) Hacer que los creyentes confronten violentamente entre sí, de modo que nunca se produzca la unidad entre ellos, que los haría invencibles;

c) Fortalecer el ateísmo, el darwinismo y la filosofía materialista;

d) Preparar el terreno, mediante lo antedicho, para la actividad asoladora del anticristo, quien será abiertamente el Corruptor del Fin de los Tiempos.

Es por eso que decimos que los creyentes que aguardan terribles masacres en la época de Hazrat Mahdi (P), confundidos por los círculos masónicos, están en un terrible error.

Contrariamente a lo que con mala intención dicen los masones, la época del Profeta Jesús (P) y de Hazrat Mahdi (P) será pacífica, segura y de un bienestar generalizado. Será el período en que los creyentes sinceros en Dios Uno ganarán en fuerza y número. Entonces, no se derramará una sola gota de sangre, el durmiente no será molestado y las perversas conspiraciones masónicas morderán el polvo, porque eso es lo prometido por Dios Todopoderoso:

Urdieron intrigas, pero Dios las conocía, y eso que eran intrigas para trasladar montañas (Corán, 14:46).

1. Arthur Edward Waite, Devil Worship in France, [1896], p. 23-24
2. W.L. Wilmhurst, The Meaning of Masonry, C. 1927, 1980, 1995, p. 19
3. Judith Hill, 33 Degrees of Deception, p. 112

La Historia Secreta de la Masoneria

En el siglo XIV, sale a la luz del día en Europa una organización que se nutría en la Cábala. En contraste con el judaísmo, el cristianismo y el Islam, no reconocía a Dios como el Creador del universo, del género humano en particular. Construía conceptos sin considerar al Todopoderoso. Por ejemplo, decía que había un Gran Arquitecto del Universo que, entre otras cosas, constituía un elemento más del cosmos.

Para decirlo de otra manera, esta organización secreta que se da a conocer al público en el lugar y fecha antes indicados, niega a Dios y deifica al “Principio Creador o Causa Primera”, al que denomina “Gran Arquitecto del Universo”, considerando a éste, de hecho, algo sólo material –de la misma manera que lo hace la teoría de la evolución–, producto de la casualidad.

Estas creencias heréticas se pueden ver en ciertas publicaciones de carácter reservado. Por ejemplo, en el libro “Inspiraciones Masónicas” escrito por Selami Isindag, uno de los masones de rango más elevado de Turquía y cuya lectura está restringida a sus jóvenes adeptos, se describe la creencia en el “Gran Arquitecto del Universo” de la siguiente manera:

“Si bien se puede decir genéricamente que la masonería es atea, en realidad, rinde pleitesía a una deidad, aunque distinta a la de las religiones reveladas. La divinidad es un principio encumbrado, la etapa final, el pináculo del evolucionismo. En la medida en que avancemos en el conocimiento científico se acorta la distancia entre nosotros y dicho ídolo, el que carece de cualidades –buenas o malas– y al cual no se lo puede considerar, de ninguna manera, el gobernante de la naturaleza en particular ni del ser humano en particular. Se lo conceptúa el Arquitecto y operador del trabajo más sublime, de la unión y armonía universal. Es la suma de todos los elementos del universo, una fuerza total, una energía que lo empapa todo, algo ilimitado…. No puede considerarse que tenga un comienzo…. Es un gran misterio”. (Por supuesto, todo lo que se expresa no afecta a Dios para nada). (Dr. Selami Isindag, Sezerman Kardes V, Masonluktan Esinlenmeler [Inspirations from Freemasonry], Istanbul, 1977, p. 73).

Nos queda claro, entonces, que al hablar del “Gran Arquitecto del Universo” se hace referencia a la “adoración” de la naturaleza:

“Fuera de lo material no hay nada que tenga que ver con nuestras conductas y formas de pensar… Las enseñanzas y principios masónicos, en consecuencia, se ajustan a las realidades científicas y racionales. Se trata del fundamento básico del ecologismo (o ecologismo filosófico). Desde esta perspectiva, Dios es la evolución consumada” (por supuesto, Dios no tiene nada que ver con ese criterio) “y la fuerza de la naturaleza es uno de los elementos de esa Arquitectura. Dicho de otra manera, la única realidad absoluta está constituida por el universo y la energía que lo impregna”. (Dr. Selami Isindag, Sezerman Kardes V, Masonluktan Esinlenmeler [Inspirations from Freemasonry], Istanbul, 1977, p. 79).

En concreto, los masones, al hablar del “Gran Arquitecto del Universo”, se refieren a una entidad material imaginaria. Aunque se trate de una referencia poco clara, se vuelve muy nítida cuando se observan los rituales y términos masónicos de los niveles más elevados. Bajo el concepto del “Gran Arquitecto del Universo” se esconde, en verdad, la adoración y la recepción de órdenes de una fuerza llamada SATANAS.

Satanás Dirige la Masonería

Satanás y su organización, de la cual la masonería es una rama, se esfuerzan por descarriar a la gente desde la época del Profeta Adán (P) con distintos métodos y medios pero siempre a través del mismo engaño: afirmando que Dios no existe y tratando de convencer que todo es producto del caos, como lo sostiene el darwinismo. La masonería, es decir, la estructura del anticristo, a la vez que se vale de las peores artimañas para confundir a la humanidad, toma a la naturaleza y a la casualidad como su dios, por lo que constituye una religión herética al servicio del Maldito.

Madame Petrovna Blavatsky, fundadora del movimiento “New Age” y grado 32 de la Logia Masónica Francesa del Gran Oriente, dice al respecto:

“… Satanás es el dios de nuestro planeta y dios único…” (Por supuesto, Dios está más allá de semejante cosa)¹.

El escritor masón Eliphas Levi dice, sin tapujos, que su líder es Baphomet, es decir, satanás:

«… El Lucifer (satanás) intelectual es el Espíritu Santo, en tanto que el Lucifer físico es el gran agente del magnetismo universal”². (Por “magnetismo” se entiende las habilidades para atraer a la gente y conseguir adeptos).

Los dirigentes masónicos del Rito Escocés en EE. UU. siguen recomendando a sus acólitos el libro “Normas Eticas y Dogma” de Albert Pike y presentan a éste –grado 33 de la organización¬– como el Platón de la masonería:

“LUCIFER (satanás), el portador de la luz… el Espíritu de las Tinieblas…” (Albert Pike, Morals and Dogma of the Ancient and Accepted Scottish Rite of Freemasonry, NuVision Publications, 2004, p. 245).

Petrovna Blavatsky resume el criterio anterior de la siguiente manera:

“Lucifer es la luz divina y terrenal, el ‘Espíritu Santo’ y ‘Satanás’…”³.

David Spangler, masón e importante filósofo del movimiento “New Age”, presenta sus puntos de vista en la materia:

“Lucifer (satanás) viene a darnos el don final que todo lo abarca. Si lo aceptamos, los privilegiados somos él y nosotros. Se trata de la iniciación luciferina. Muchos pasaron por la misma porque es la iniciación en la ‘New Age’”⁴.

Es evidente que los masones actúan bajo el control de satanás y le obedecen. En este culto reservado, el símbolo más importante –“el ojo que todo lo ve” – es considerado “el ojo de Lucifer”⁵. Este y otros símbolos masónicos apuntan siempre a lo mismo. Por ejemplo, a la estrella invertida se la conoce como Baphomet (Satanás bajo la apariencia de un chivo)⁶. Todas esas representaciones, en definitiva, representan una actitud fundamental, es decir, la adoración del Maldito.

“Albert Pike enseñó su credo satánico a muchos masones. Pero Bismarck y Mazzini fueron dos de sus más ardientes estudiantes y lo pusieron en práctica en los niveles encumbrados de la organización. El trío programó su implementación para producir dos Guerras Mundiales (en la idea de que) luego de las mismas ‘el planeta ya estaría dispuesto a adorar a Lucifer como si fuera Dios’”⁷. (Por supuesto, Dios está más allá de semejante cosa).

Uno de los principales exponentes del vínculo de los masones con satanás es Aleister Crowley, grado 33 de esa organización. La madre de este satanista y Gran Maestro del Ordo Templi Orentis (O.T.O.) dijo que su hijo era la manifestación de la Bestia, a la que se hace referencia en el Apocalipsis. Conocido como “la persona más malvada”, fue responsable de la muerte horrenda de mucha gente que participaba en los rituales masónicos. Se cree que sacrificó a satanás unos 150 jóvenes ⁸.

Los versos que siguen, redactados por él, revelan claramente el satanismo en el que se basa la masonería:

Ligo mi sangre con las manos de Satanás.

Todo lo que yace entre mis manos (es) para ti, la Bestia, y me brindo a tu control, (en) alma, cuerpo y espíritu ⁹.

Juró hacer mi Trabajo aborrecido, sin preocuparme sino de una recompensa, (es decir), el placer del diablo, nuestro señor ¹⁰.

Papa León XIII

Los cristianos, en su momento, descubrieron los esfuerzos hechos por la masonería para organizar una estructura al servicio del anticristo, con el objeto de eliminar la creencia en Dios y reemplazarla por la obediencia a las órdenes de satanás. El Papa León XIII hace un importante análisis de esta organización y sus actividades en su conocida encíclica Humanum Genus de 1884:

“En nuestros días, todos los que favorecen el campo peor parecen conspirar a una y pelear con la mayor vehemencia bajo la guía y con el auxilio de la masonería, sociedad extensamente dilatada y firmemente constituida por todas partes. No disimulan ya sus propósitos. Se levantan con suma audacia contra la majestad de Dios”.

“Porque de los certísimos indicios que antes hemos mencionado, brota el último y principal de los intentos masónicos; a saber: la destrucción radical de todo el orden religioso y civil establecido por el cristianismo, y la creación, a su arbitrio, de otro orden nuevo con fundamentos y leyes tomados de la entraña misma del naturalismo”¹¹.

Esta realidad, manifestada por el Papa, también ha sido expresada por los decanos de la masonería. Es lo que encontramos en “Disposiciones Asamblearias de la Logia del Gran Oriente”, trabajo publicado en Turquía en 1923:

“Ya no consideraremos a Dios como el norte de nuestras vidas. El norte lo fijamos nosotros: es el género humano y no Dios”. (Por supuesto, Dios está más allá de semejante patraña).

“De manera gradual, va tomando forma una única religión universal que puede satisfacer completamente nuestros requerimientos… En paralelo, los valores morales y religiosos se alinearán con dicha religión… Será una religión que unirá a los seres humanos con el universo. Estamos hablando de la MASONERIA… El sentido de la comunión lo damos con esta religión de unificación”¹².

Los masones, como estructura del anticristo, actúan por lo general de manera velada. Nunca se exhiben plenamente y nunca dicen que tienen a satanás por dios y que han renunciado a creer en Dios. Proceden así porque saben que de otro modo tendrían la oposición de todos los devotos a El. A eso se debe que al anticristo se lo describe en el Nuevo Testamento y en las tradiciones musulmanas como alguien que engañará y se presentará como creyente en Dios, aunque en verdad lo niega: el anticristo, por medio de los masones, postula una religión que adora a satanás.

Con el objeto de lograr su propósito, usan la misma estratagema en distintos ámbitos. Por ejemplo, el Consejo Mundial de Iglesias y el Consejo Nacional de Iglesias, tienen líderes masones. Algunos de los anteriores editores del periódico “Christian Science Monitor” son masones¹³. También hay masones entre los teólogos musulmanes. El objetivo de todos ellos es infiltrarse para lograr sus propósitos, es decir, apartar a la gente de Dios y convertirla en sirviente de satanás, de la misma manera que lo son ellos.

Los masones cumplen con los mandatos que les da satanás. El Maestro Masón comunica a sus seguidores las órdenes impartidas por el Maldito, las que, por lo general, involucran derramamiento de sangre. Y le tienen mucho miedo porque algunas veces se les presenta directamente. En sus libros describen los rituales pavorosos que llevan a cabo, siempre bajo las órdenes y directivas de satanás.

1 Madame Blavatsky (i.e., the Mother of the New Age movement) “The Secret Doctrine”

(1888), Vol. II, pg. 234.
2 Eliphas Levi, Freemason of the Grand Orient of France, “The Mysteries of Magic”, pg. 428.
3 “The Secret Doctrine” (1888), Vol. II, pg. 513.
4 David Spangler, Director of United Nations Planetary Initiative, Reflections on the Christ (1978), p. 45.
5 John Daniel, “Two Faces of Freemasonry”, Day Publishing, 2007, p 7.
6 John Daniel, “Two Faces of Freemasonry”, Day Publishing, 2007, p 44.
7 John Daniel, “Two Faces of Freemasonry”, Day Publishing, 2007, p 94.
8 John Daniel, “Two Faces of Freemasonry”, Day Publishing, 2007, p 95.
9 Aleister Crowley,”Satanics Extracts”, Black Lodge Publishing, 1991.
10 Aleister Crowley,”Satanics Extracts”, Black Lodge Publishing, 1991.
11 C. L. “Mason Aleyhtarliği”, Mimar Sinan, year 4, Nº 13, 1973, p. 87-88.
12 Masin Dergisi, year 29, Nº 40-41, 1981, p. 105-107.
13 John Daniel, “Two Faces of Freemasonry”, Day Publishing, 2007, p 164-165.

Los Mandatos de Satanás Serán Pulverizados y Nadie Más los Seguirá

La masonería, la estructura del anticristo, adoradora de satanás, será aniquilada por los sostenedores de Dios. Hoy día, aparenta ser muy poderosa, pero su poder no tiene un sustento efectivo. El hecho de que satanás controle grandes estados y agencias de inteligencia y policíacas tiene una importancia muy relativa, independientemente de las masacres y barbaridades que cometan. Si Dios quisiese, en una semana o en un día o en un instante, las haría desaparecer. Por más consolidadas y enérgica que se presenten, colapsarán en cualquier momento, Dios mediante.

La historia nos alecciona en tal sentido. Estados absolutamente gobernados por masones adoradores de satanás se han venido abajo cuando Dios lo dispuso. Por ejemplo, Hitler era masón y satanista. Construyó un estado policiaco y represor y creyó que siguiendo el sendero de satanás se convertiría en todopoderoso. Pero, llegado el momento, Dios lo destruyó a él y a su país. Con Lenin pasó algo similar, pues también fue guiado por satanás: murió de mala manera, medio loco. Otro caso es el de Saddam Husein, también masón y obediente a las órdenes de satanás. Hubo un momento en que el ejército iraquí fue muy poderoso. Pero de manera casi instantánea se esfumó en el desierto y él, como todos sabemos, habría terminado sus días también de una forma lamentable, lastimosa.

La historia nos enseña que en un día, en unas horas, se puede producir –y se ha producido– la destrucción de algo que parecía monolítico. Eso también ha sucedido con personas que se creían superpoderosas hasta que recibieron el azote de Dios y fueron borradas de la faz de la Tierra. El gran error de gente así fue sostener que el omnipotente era satanás y no aceptar nunca QUE TODO EL PODER PERTENECE SOLO A DIOS. Es por eso que los que Le defienden, los que se apoyan únicamente en El, serán los victoriosos, aunque parezcan los derrotados. Siempre fueron los ejércitos de satanás los vencidos por los profetas. Por ejemplo, nadie pudo aplastar a nuestro Profeta Muhammad (PB) porque fue absoluto partidario de Dios. El caso de Faraón –gran masón de la antigüedad– también es aleccionador. Creyó que podía aniquilar fácilmente al Profeta Moisés (P) cuando éste se le opuso, pero terminó por darse cuenta que el aniquilado iba a ser él, a pesar de la fuerza bélica y la infraestructura de todo tipo con la que contaba: el Profeta Moisés (P) era de los partidarios de Dios. La muerte del mandamás egipcio sirvió de ejemplo y escarmiento a quienes quedaron con vida y a su descendencia. Asimismo, el Profeta Salomón (P) venció a todos las organizaciones masónicas de su época.

Quienes se ponen al lado de Dios siempre triunfan, más tarde o más temprano. Quienes en verdad se vuelven a El, terminarán demoliendo la estructura del anticristo, conformada por los masones, quienes actualmente gobiernan el mundo. Pero esta gente no escapa a la misma situación de aquellos que, en el pasado, estuvieron junto a Satanás. Aunque parezca que disponen de un poder imbatible, seguramente nuestro Señor demolerá todas sus fortalezas y esfumará todas sus pretensiones. El Profeta Jesús (P) y Hazrat Mahdi (P), ambos partidarios de Dios, pulverizarán a satanás. Dios mediante, el aparato intelectual del anticristo colapsará y será erradicado totalmente.

FUENTE: http://harunyahya.es/